La pandemia, a todo lo que da
¬ Arturo Ríos Ruiz jueves 10, Dic 2020Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Las estadísticas, muy preocupantes
- El desenfreno no cesa entre la población
El principio de autoridad es el que utiliza las palabras, hechos o recomendaciones de una persona que cuente con buena reputación en un determinado asunto para incitarnos a tomar una determinada decisión, incluso en contra de nuestros intereses personales.
Las autoridades han divagado en el llamado a ciudadanos para que coopere en su propio beneficio en esta crisis de salud que padecemos, pero la actitud y respuesta del respetable han sido nulas, se han desbordado por todos lados y el codo a codo ha estado presente en todo el tiempo de la pandemia.
El Centro Histórico está plagado de visitas que hasta a empujones transitan por las calles de comercios para bodas, hay todo tipo de reuniones en la capital y en provincia.
La fe, es otro enemigo, ya lo vimos en la pasada celebración de Judas Tadeo, un santo muy venerado que cada 28 de mes, especialmente en octubre, es motivo de celebración, el “patrono de las causas difíciles”. Los feligreses acuden en la iglesia de San Hipólito, en el Centro Histórico.
El pasado 28 de octubre se anunció que la iglesia mencionada cancelaba la celebración, pero aún así llegaron cuatro mil files que no acataron la disposición. La Basílica de Guadalupe, en la misma anulación, ya enfrentó una caravana de 50 mil fieles. No queremos pensar qué pasará el próximo 11 del mes.
Pues bien, Jalisco castigará hasta con 10 años de cárcel y multas a quienes contagien enfermedades intencionalmente de acuerdo con la iniciativa que impulsó la diputada panista Irma de Anda Licea, la pena máxima de 10 años sólo se aplicaría si la enfermedad fuera incurable.
El Congreso de Jalisco aprobó sanciones de hasta 10 años de cárcel para las personas que de manera intencional contagien o propaguen enfermedades como VIH o Covid-19.
El delito se llamará “Peligro de contagio” y también establece multas económicas que van de los 4,000 a los 24,000 pesos para quien, sabiendo que porta una enfermedad infecto-contagiosa, incurra en conductas o acciones que impliquen una situación de riesgo de transmisión a otras personas. Así se anota en la información.
Claro, en esta medida quedan oscuros, como ejemplo ¿cómo se sabrá si el contagio es intencional, para tipificar el delito? La mayor parte de los contagios no son malintencionados.
Al conocerse la noticia, se desató la polémica, los seguidores del actual gobierno en las redes sociales no se tardaron en calificar de represor y oportunista al gobernador Enrique Alfaro, pero callaron ante la pregunta: ¿Qué tal si Sheinbaum hubiera implementado la misma medida en la CDMX, que está a un paso de regresar al semáforo rojo?
Bueno como comprobamos, la vida en la sociedad mexicana en estos tiempos, se ha convertido en una peligrosa politización, todo se refleja en la encarnizada reyerta escrita entre los seguidores de la actual administración con los opositores, se difaman, se ofenden con las palabras más hirientes y pendemos de la amenaza que la discrepancia traspase la razón y llegue a los golpes callejeros.
Pero, bueno, el principio de autoridad es necesario y al menos, en Jalisco hay la intención de evitar más muertes que ya son demasiadas, oficialmente pasamos el umbral 110 mil muertos ¿Cuántos más?